Un hosting compartido es una gran opción para quienes comienzan un negocio en la web, pero no está exento de problemas. Descubre cuáles y cómo resolverlos.
Un servicio de web hosting es una de las primeras cosas que debes pensar, si tu idea es tener un proyecto web, cualquier que este sea. Y cuando estamos en la etapa inicial de este proyecto lo normal es contratar un alojamiento web compartido, ya que es más económico que un servidor dedicado o VPS, y además porque los recursos que necesita para operar correctamente, no son tantos. Es importante eso sí, que sea escalable en el tiempo.
Si bien, un hosting compartido es una solución acorde a quienes empiezan una empresa y por ende no cuentan con mayores recursos, también puede volverse un dolor de cabeza, debido a que al compartir el espacio con otros sitios puedes estar expuesto a amenazas virtuales, comprometiendo su seguridad. Esto dependerá además de la calidad del proveedor del servicio.
Si tuviste la suerte de contratar un servicio con una empresa profesional, lo más probable es que no hayas experimentado ningún tipo de inconveniente. Sin embargo, no siempre se suele dar en el clavo con la elección y es aquí cuando comienzan los problemas. Aquí te presentamos los tres más comunes y cuál es la mejor solución que puedes obtener.
Mala seguridad del hosting
La seguridad es uno de los puntos clave de un buen servicio de hospedaje web y en los hosting compartidos lo es aún más. Al compartir el espacio con el resto de sitios, lo que el servidor está haciendo es dar acceso limitado a cada uno de esos sitios, con la posibilidad de que algunos de ellos tenga algún grado de vulnerabilidad en su código, lo que permitiría al virus o atacante infiltrarse en el sistema y robar información de tu sitio o borrar base de datos.
Con un web hosting compartido, existen tantos accesos al sistema desde cada una de las cuentas que si tu proveedor no toma los resguardos necesarios, podrías ser víctima de la manipulación de tus datos e incluso llegar a perder todo tu sitio web.
¿Cómo lo resuelvo? Lo principal es acceder siempre por entornos de seguridad. Es decir, si usas FTP, entonces deberás acceder a través de SFTP o acceder a cPanel mediante el puerto :2083. Otra medida es generar copias de seguridad cada cierto tiempo (ojalá diariamente) de tu hosting y guardarlas en tu computador. Asimismo, si usas un CMS como Joomla o WordPress preocúpate de tener la versión más actual.
Finalmente, lo que puedes hacer es verificar tu mismo la seguridad, subiendo un archivo Shell –archivos con código malicioso- y revisando si lo elimina de manera automática. Si es así, entonces todo está en orden, pero de lo contrario, debes avisar a tu proveedor para buscar alguna solución.
Poca velocidad de carga
Si estás enfocado en aumentar tu posicionamiento web en buscadores, entonces sabrás que la velocidad de carga es un elemento fundamental. A Google le gusta que los sitios carguen con velocidad y desecha a aquellos que tienen tiempos de demora excesivos.
Al estar en un alojamiento compartido, significa que compartirá todos los recursos con el resto de los sitios alojados, afectando directamente la velocidad. Si uno o más sitios comienzan a utilizar una alta cantidad de recursos, hará que el servidor funcione más lento, ralentizando las páginas al navegador.
¿Cómo lo resuelvo? Es recomendable optimizar todo el contenido de tu sitio, para que el peso de éste sea menor y por consiguiente, la carga sea más rápida. Comprimir los archivos ccs y js, al igual que las imágenes y codear el código HTML de manera simple y ordenada ayudarán en este aspecto. Si ocupas WordPress como CMS, puedes utilizar plugins como W3 Total Cache o Super Cache.
Escasez de los recursos del hosting
Este es uno de los inconvenientes más grandes que puedes encontrar, ya que por muy optimizado y seguro que esté tu sitio, llegará un momento determinado en que las visitas de tu sitio serán tantas, que los recursos asignados para tu cuenta de hosting llegarán a tope.
Si es así, tu proveedor del servicio debería indicarte el problema a tiempo y te retire del servidor, para no generar inconvenientes con el resto de los sitios.
¿Cómo lo resuelvo? No existe una respuesta que tenga que ver con alguna configuración para resolverlo. Aquí debes dar el siguiente paso y contratar un servicio de hosting dedicado o servidor virtual. Este último es la mejor opción, ya que es un poco más económico que un servidor dedicado, con la alternativa de incrementar los recursos en caso de que nuevamente te veas limitado por esto.
Como puedes ver, un hosting compartido es una buena opción para negocios online que recién comienzan. Usando los tips que te hemos dado, podrás disfrutar de este servicio por mucho tiempo, pero si te va bien –que es lo que todos queremos- tendrás que pasar al siguiente nivel, contratando un servidor virtual privado o un servidor dedicado.
Tomar la decisión adecuada en cuanto a tu proveedor de hosting es algo muy importante, ya que tu información está en juego.